CHAKRA CUATRO (ELEMENTO AIRE)

 Buenos días; hoy profundizaremos en el chakra cuatro.

CHAKRA CUATRO=ANAHATA= CHAKRA DEL AMOR

Ahora que ya hemos encendido el fuego de nuestra voluntad, que ya hemos asumido el control de nuestra vida y eliminado los bloqueos más persistentes, podemos permitir que las llamas se moderen un poco. Mientras se convierten en brasas cálidas, nos volvemos hacia nuestro centro envueltos en tibieza, purificados y listos para alcanzar el próximo nivel de entendimiento.

Desde el activo y fogoso plexo solar, llegamos a un ámbito completamente nuevo y diferente. Desde el cuerpo y las manifestaciones, pasamos a la suave caricia del espíritu. Desde la concentración en el yo y sus deseos y acciones, ahora abarcamos un patrón más amplio y desempañamos nuestro pequeño papel en la inmensa red de las relaciones. Trascendemos nuestro ego y crecemos hacia algo más grande, profundo y fuerte. 

La tarea del cuarto chakra es integrar y equilibrar distintos aspectos de nuestro ser, puesto que al hacerlo, aporta una sensación de plenitud a todo el organismo, de aceptación de la exquisita interpretación del espíritu y la materia. En dicha sensación de plenitud, yacen las semillas de la paz interior.

El chakra del corazón es el centro del amor. Cuando espíritu y materia se combinan, Shiva (percepción y conciencia) y Shakti (creación y cambio) se unen en el interior del corazón.

El amor que experimentamos al nivel del chakra corazón es claramente diferente al amor más sexual y apasionado del segundo chakra. El amor sexual se centra en un objeto, es decir, la pasión es estimulada por la presencia de una persona en particular.

En el cuarto chakra el amor no depende de la estimulación externa, sino que es experimentado dentro de un estado anímico y se irradia al exterior cubriendo de amor y compasión todo lo que entra en nuestro campo. Se trata de una divina presencia de conexión empática, más que una extensión de nuestra necesidad o deseo. 

ANAHATA en sánscrito quiere decir "sonido producido sin el choque de dos elementos" o también "intacto", "ileso", "fresco" y "limpio".

Cuando el chakra se libera de la pena producida por las heridas del pasado, se abre con inocencia, frescura y brillo. La lucha del tercer chakra queda reemplazada por la aceptación del cuarto. Si el tercer chakra ha hecho su trabajo, nos resulta más sencillo aceptar nuestras circunstancias.

El elemento del cuarto chakra es el aire; el menos denso de nuestros elementos físicos hasta el momento. Suele ir asociado al conocimiento y a las cosas expansivas y espirituales. 

El aire representa la libertad; encarna la ligereza, la simplicidad y la suavidad. 

Cuando nos enamoramos, nos parece que caminamos en el aire. Implica espacio y el espacio se consigue aprendiendo a dejar atrás lo innecesario. Cuando nos aferramos demasiado a lo que amamos, lo sofocamos, le quitamos el aire. Decimos que necesitamos espacio cuando queremos "aire para respirar".

El aire, difiere de cualquiera de los elementos que hemos mencionado los días anteriores, en que tiende a dispersarse equitativamente por todo el espacio que ocupa; el agua se asienta en el fondo de un cuenco, la tierra permanece rígida e inamovible; el fuego asciende, pero siempre se mantiene cerca del combustible que lo permite arder, sin embargo el aire, se dispersa.

Por último, el aire representa la respiración, proceso a través del cual nuestras células se mantienen con vida. Los hindúes lo llaman prana; en la filosofía yóguica, el prana es la enegía vital en sí misma, una unidad básica a partir de la cual surge toda la vida. Esta energía representa el punto de contacto entre el mundo físico y el mental.

La mente, si desea ejercer su influencia sobre el cuerpo, puede recurrir al control de la respiración. Del mismo modo, el control de la respiración puede sosegar la mente.

Para abrir el chakra corazón se requiere una combinación de técnica y entendimiento. Primero, aprendemos a ver el mundo en términos relacionales, es decir, a determinar qué provoca que las cosas entablen una relación entre sí y la mantengan. Eso por supuesto, incluye nuestras relaciones personales con otras personas y también con el mundo que nos rodea.

El corazón exige comprensión y equilibrio entre mente y cuerpo, entre lo interior y lo exterior, entre el yo y los demás, entre dar y recibir.

Abrir el corazón requiere trascender el ego y someterse a fuerzas muy superiores al yo. Por último, para abrir el chakra corazón resulta imprescindible comprender y controlar la respiración, ya que es la herramienta de la transformación física y mental.

Mañana seguiré profundizando en el chakra Cinco.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.

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