COMER COSNCIENTEMENTE

 Buenos días; hoy quiero hablarte de la importancia de comer conscientemente.

Muchas personas conocen la idea de que una buena dieta y el ejercicio regular son esenciales para una vida sana, sin embargo, solemos olvidar estas sencillas verdades cuando hablamos de crecimiento psicológico o espiritual. Cuando comemos con sensatez, hacemos ejercicio y descansamos lo suficiente, nuestras emociones son más estables, tenemos la mente más despejada y el proceso de transformación es mucho más uniforme.

Suele ser difícil estar consciente cuando se come; de hecho, la forma de ingerir los alimentos suele estar entre los aspectos más habituales e inconscientes de nuestra personalidad, pero cuando estamos atent@s a nuestra forma de comer, descubrimos que la personalidad nos lleva mucho a comer mucho más o mucho menos de lo que el cuerpo necesita. Es posible comer con demasiada prisa, sin saborear los alimentos o comer demasiado lento. También solemos comer muchas cosas que nos sientan mal o sentirnos atraídos por alimentos que no contribuyen a nuestro bienestar físico. Si bien existen mucho programas dietéticos y de salud valiosos, cada persona debe dar más importancia a un tipo determinado de alimentos en su dieta. Para algunas personas, el vegetarianismo o la macrobiótica mejora su funcionamiento y su bienestar; otras necesitan una dieta rica en proteínas. Como en todo lo demás, la atención o presencia mental de cada persona va a aportar entendimiento y sensibilidad a sus hábitos alimentarios.

Algunas recomendaciones para comer conscientemente:

- Para comenzar esta práctica, lo mejor es que lo hagas con una porción pequeña de comida o un tentempié, algo que puedas comer en dos o tres bocados para ir haciendo el hábito.

- En la alimentación consciente no solamente cuenta el alimento, sino también tenemos que presentarlo en un entorno bonito, esto es, ponerlo en un plato y mantel bonito.

- Observa el alimento que te vas a comer como si fuera la primera vez que lo estuvieras viendo; observa sus diferentes matices, colores, la textura...

- Una vez hecho esto, te acercas el alimento a la nariz con los ojos cerrados y lo hueles. ¿Qué notas?, ¿Te recuerda a algo?, ¿Tiene un olor agradable, desagradable, neutro?

Acércalo y aléjalo varias veces de tu nariz y date cuenta como ésta se acostumbra al aroma.

- Dale un pequeño mordisco y observa el impulso de masticar y tragar, peso sin dejarte llevar por este, simplemente mantén el alimento en tu boca, sobre tu lengua, notando su sabor y textura. Dale pequeñas vueltas en la boca, dándole pequeños mordiscos.

- Escucha tus pensamientos cuando haces esto; se me va a pasar la hora de la comida, esto es muy lento, yo no puedo comer así y después vuelve a poner la atención en el alimento.

- Cuando ya tengas el alimento totalmente masticado, trágalo poniendo atención también en esta acción.

- Continúa el ejercicio con un alimento diferente cada vez.

- Una vez hayas terminado el plato, cierra los ojos y pon consciencia en cómo te sientes después de haber comido de esta manera.

Mañana te hablaré de los beneficios que tiene esta alimentación consciente.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.

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