DEL PENSAMIENTO AL DESTINO

 Buenas tardes; supongo que habrás escuchado más de una vez que el pensamiento crea, de ahí que en esta última década se haga tanto hincapié en el pensamiento positivo.

Cada persona vive su vida como sabe, como puede o como le dejan. Hay quien piensa que cada uno construye su propia vida y también quien cree que todo está escrito; quien se pone en mano de los dioses y quien niega todo significado a esta existencia más allá del puro azar cósmico. Ahora bien, lo que sí sucede a todas las personas es que llegan a este mundo y de un modo u otro se vuelven a ir, y en medio de estos dos sucesos, se desarrolla un proceso que se llama vida.

Hay un proverbio chino que dice así:

Siembra un pensamiento y cosecharás una acción

Siembra una acción y cosecharás un hábito

Siembra un hábito y cosecharás un carácter

Siembra un carácter y cosecharás un destino

En las palabras "Siembra un pensamiento y cosecharás una acción", se puede entender que tanto en la mentalidad como en la emocionalidad, se establecen programas mentales y emocionales, unos conscientes y otros inconscientes, unos sanos y otros insanos, que van a determinar o al menos influir en las acciones que la persona realiza en su vida cotidiana.

"Siembra una acción y cosecharás un hábito": Las acciones basadas en programas emocionales y mentales no son casuales, sino que son respuestas ya establecidas que en muchos casos son inconscientes y automáticas, llegando a normalizarse y tomarse por naturales o incluso por sanas, cuando no necesariamente lo son. Una acción (física, emocional o mental) que se repite en el tiempo, que se automatiza y se pasa al inconsciente, se convierte en hábito.

"Siembra un hábito y cosecharás un carácter": El conjunto de hábitos va configurando el carácter de cada un@, esa manera particular de ser que nos distingue a cada un@ de nosotr@s. Ahora bien, ese carácter no sólo es una manera de ser, también es una manera de estar y de vivir.

"Siembra un carácter y cosecharás un destino": Por último, ese carácter, esa manera de ser, de estar y de vivir, configura una parte de lo que le sucede a la persona tanto en el día a día como a medio y largo plazo. Ello se debe a que  lo que la persona es (o cree que es), configura el campo de información para que las cosas sucedan. El inconveniente está en que las personas son conscientes de un porcentaje muy pequeño de esa programación, pero eso no es obstáculo para que tanto lo consciente como lo inconsciente determinen el carácter y le den cierta forma al destino.

Así pues, los programas emocionales y mentales conscientes e inconscientes (pensamientos), determinan en gran medida las acciones y reacciones que la persona vive(acciones). Esas acciones, cuando se repiten lo suficiente, pasan a formar parte de la vida cotidiana, se incorporan como automatismos físicos, emocionales y mentales (hábitos). Los hábitos, van configurando la forma de ser particular y las peculiaridades de la persona (carácter) y, cuando ese carácter se consolida, se convierte en una forma de vivir o parte de ella, lo que hace que la propia vida vaya tomando diferentes rumbos, unas veces favorables y otras veces menos (destino).

Después de esta explicación, espero que no te quepa la menor duda de que tus pensamientos están creando tu destino.

¡No me creas!, ¡Compruébalo por ti mism@!

¡Cambia tus pensamientos y cambiarás tu destino!

Si quieres que te resuelva alguna duda sobre algún tema de los que hablo en el blog, déjame un comentario, estaré encantada de responderte.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.

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