ABRAZA TU MIEDO

Buenos días querid@ lector/a; hoy quiero hablarte de la importancia de abrazar tu miedo.

El miedo, al igual que la ansiedad, si lo intentas evitar, se acrecienta y toma más vigor, por ello es importante aprender a abrazar ese miedo.

Tener miedo es algo natural y es gracias a él que hemos llegado hasta aquí, pues hemos logrado sobrevivir, aunque esto no quiere decir, que en ocasiones, sobre todo en modo desmedido, el miedo no sea una emoción paralizante e incómoda con la que convivir.

La emoción del miedo se activa en nosotr@s de dos maneras diferentes:

- Un estímulo que es interpretado por nuestro cerebro como una amenaza o peligro.

- Un sentimiento desagradable de tensión e inquietud que nos despierta deseos de evitar o huir de esa situación.

Además, al igual que la ansiedad, el miedo también nos hace imaginar cosas, tiene gran capacidad argumentativa y además gran tendencia al autoengaño.

Es muy probable, que por miedo hayas dejado de hacer muchas cosas; puede que hayas reducido tu mundo a un espacio pequeño donde te sientes segur@.

Pregúntate: ¿Cuántas cosas he dejado de hacer por miedo?

El miedo se nutre de experiencias del pasado, para avisarnos que puede ocurrirnos lo mismo en un futuro, olvidándose que no todas las circunstancias son iguales.

Con los ojos cerrados, pregúntate: ¿A qué tengo miedo? Una vez lo haz identificado, coge papel y boli y apúntalo.

Después, es bueno que aprendas a discernir si es un miedo real al que te enfrentas o un miedo imaginario y que vela únicamente por tu supervivencia.

A partir de mañana, escribiré los siguientes artículos hablando de miedos específicos.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.