TE ESTÁS VOLVIENDO VIEJA

Buenos días, querido lector; hoy quiero compartir contigo la siguiente reflexión...

Te estás volviendo vieja, me dijeron, has dejado de ser tú, te estás volviendo una amargada y solitaria...

- No -, respondí. No me estoy volviendo vieja, me estoy volviendo sabia. 

He dejado de ser lo que a otros agrada para convertirme en lo que me agrada ser a mí.

He dejado de buscar la aceptación de los demás, para aceptarme a mí misma.

He dejado tras de mí, espejos mentirosos que me engañan sin piedad.

No, no me estoy volviendo vieja.

Me estoy volviendo asertiva, selectiva de lugares, personas, costumbres e ideologías.

He dejado ir apegos, dolores innecesarios, no por amargura, es simplemente por salud.

Dejé las noches de fiesta por insomnios de aprendizaje.

Dejé de maquillarme para resplandecer después de la lectura de un buen libro.

Cambié las copas de vino por tazas de infusión, me olvidé de idealizar la vida y comencé a vivirla.

No, no me estoy haciendo vieja.

Llevo en el alma lozanía y en el corazón la inocencia de quien se descubre a diario.

Llevo en las manos la ternura de un capullo que al abrirse expandirá sus alas a sitios inalcanzables para aquellos que solo buscan la frivolidad de lo material.

Me estoy volviendo selectiva, apostando mi tiempo a lo intangible.

No, no es que me está volviendo vieja por dormir temprano los sábados, es que también los domingos hay que despertar temprano, disfrutar de un café sin prisa.

No es por vejez por lo que se camina lento, es para observar la torpeza de los que caminan a prisa y tropiezan con el descontento.

No es por vejez por lo que a veces se guarda silencio, es simplemente porque no a toda palabra hay que hacerle eco.

No, no me estoy haciendo vieja, estoy comenzando a vivir lo que realmente soy.

Sacado de la red.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.

💛💛💛💛