CARTA PARA SANAR A MAMA

Buenos días, querido lector; ayer te animé a escribir una carta de agradecimiento a la vida. En el día de hoy, te animo a que escribas otra carta, pero esta vez, para sanar la relación con tu madre...

 CARTA PARA SANAR A MAMÁ

Madre, hoy te escribo esta carta porque necesito sanar contigo, para poder vivir mi propia vida en armonía. Eres el canal que elegí para vivir esta experiencia física. Te escogí porque eras perfecta para mí. Gracias mamá, lo hiciste estupendo.

Pero mi niña herida, ha estado muy resentida contigo durante todos estos años. Te cerré mi corazón por mucho tiempo, y eso me ha mantenido atada al dolor, a un dolor que ya no quiero sentir...  No soy una víctima, al contrario, sé que hiciste lo mejor que podías con lo que tenías y sabías. Ahora soy libre para crecer, evolucionar y reconciliarme contigo.

Reconozco a la niña herida que hay en mí y aprendo a darle todo el amor y aceptación, que no recibió de la forma que ella esperaba. Me alejé de ti creyendo que con eso iba a evitar el dolor, el dolor de no sentirme amada tal y como soy, de no sentirme suficiente; me ha hecho ir por el mundo buscando amor y aprobación, sin saber si alguien, podría dármelo algún día y eso me hizo sufrir mucho. 

He vivido demandando amor constantemente, a través de “ser buena”, “ponerme hasta el final”, “dar de más”, buscar aprobación, permitir abusos, querer permanecer, lograr reconocimiento profesional, sufrir por lo que los demás digan o piensen de mi…

Hoy estoy decidida a consolar y sanar a mi niña herida. Necesito reconectarme contigo porque a través de ti, es que me reconecto con la vida y con toda mi fuerza interior. Pido a Dios poder ver a la mujer que eres sin juicios, comprender tus decisiones y aceptarte tal y como eres, sin que me duela...  Porque en la medida que te acepto, me reconcilio conmigo misma, porque tú eres la semilla de donde parto, que me permite desplegar todo lo que llevo en mi.

‘Mamá tu y yo somos una” Yo no soy más grande que tú, no debo sentenciarte. Tú eres el mar y yo el río que nace de ti. Creo que la vida y la madre son más grande que uno y ante ello, sólo queda aceptar y rendirse con la mejor disposición. Y así lo quiero hacer ahora, como un trabajo interno en el que cada día te acepto en mi corazón, con todos tus defectos y virtudes, sin expectativas, sin esperar que tú cambies, ni que lo veas, ni me lo reconozcas. Lo hago también por mí... 

Madre, hoy quiero decirte que te honro y te respeto, gracias por darme la vida. Honro tu vida tal y como ha sido. Honro mi vida tal y como es, te dejo con tus propias cargas, porque sé que tú puedes con todas las circunstancias que has elegido en tu vida y me libero de todas las cargas tuyas que no me corresponden, para enfocarme en la mía, en mis proyectos, en mis anhelos y mi niña interior, empieza a calmarse, ya no estoy sedienta de amor, cariño, reconocimiento, aprobación y atención...

Ya no deseo alejarte de mi vida, ni de mi corazón, ni de mis recuerdos, porque sé que tomar a la madre es tomar a la vida sin juicios y sin tapujos, es un Sí a la vida, es un Sí al cuidado, a la ternura, es un Sí hacia un amor más grande, por una misma. Te prometo que voy a ser una persona feliz; que voy a amarme más que a nada en este mundo y voy a disfrutar mi vida al máximo. Que siempre voy a rodearme de personas que me amen, me respeten, me valoren y me den mi lugar. Que creeré en mí y seré consciente de que soy una buena persona, que hará sus sueños realidad desde mi más grande gozo, libertad, pasión y aprecio.

Te honro y te bendigo madre, pero te pido permiso para hacerlo diferente, porque me siento feliz de ser quien soy, me amo con todo mi corazón y disfruto inmensamente estar viva. 

Gracias por traerme a este mundo. Perdóname, porque yo ya te perdone, duerme tranquila...

#memoriasdelcorazon

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

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