DEBEMOS APRENDER A AYUDAR

Buenos días, querido lector; antes de empezar con el artículo de hoy, quiero hacerte una pregunta:

¿Cuándo quieres ayudar a alguien, en realidad, a quién quieres ayudar?

 Muchas veces intentamos a ayudar de una forma vehemente, fehaciente, insistente. A veces hay que aprender a soltar un poco más y entender que hasta para ayudar hay que calmar el ego. 

Muchas veces nos hacemos cargo de un karma ajeno que no es responsabilidad nuestra y muchas veces por intentar ayudar a alguien nos exponemos a un nivel de carga emocional altísimo con el que nos cuesta lidiar correctamente.

La paz, el amor incondicional y la compasión son virtudes, pero a veces las forzamos hasta un punto en el que en vez de virtudes se convierten en puertas a nuevos estados conflictivos de conciencia. Lo correcto antes de utilizar la compasión para intentar iluminar al resto del mundo, sería primero haberse dedicado a uno mismo, haberse llenado de luz, de información, de conocimiento, de amor propio, de autoestima, de energía, de paz interior, porque si no somos fuertes espiritualmente y nos exponemos a un nivel de negatividad muy alto, por falta de humildad podemos descender mucho. 

Ayudar es algo hermoso, pero cuando lo hacemos desde el ser y no desde el ego.

Cuando ayudamos desde el ego, el karma nos vuelve a situar en el lugar que nos pertenece.

Sería importante, que todos aprendiéramos a ayudar y amar a otros desde las formas más sutiles de la conciencia. 

Que siempre ayudar al otro redunde en la paz y en la felicidad de ambas partes.

Sacado de la red. 

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

💛💛💛💛

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