EL HOMBRE SUCIO Y EL HOMBRE LIMPIO

Buenos días querid@ lector/a; el cuento de hoy se titula: "El hombre sucio y el hombre limpio".

Un rey hizo llamar a un santo rabino que dormía sólo dos horas y las otras veintidós las dedicaba a leer su Biblia.

- ¡Dime la verdad que has encontrado en esas páginas o te corto la cabeza!

El anciano sonrió.

- Antes de revelarte el secreto que esperas, deja, oh gran señor, que te haga una pregunta.

- ¡De acuerdo; hazla!

-  Dos hombres caminan por el bosque, después de una fuerte lluvia. De pronto, caen en una charca de barro. Al salir, uno de ellos está sucio, mientras que el otro permanece limpio. ¿Cuál de los dos se lava?

- Pues el que está lleno de lodo! -respondió el poderoso.

- No majestad. El que está embarrado ve al que salió limpio y piensa que él también está limpio. El otro ve al sucio y, como piensa que él mismo también está sucio, corre a lavarse. 

- Bien -dijo el rey-, ahora dime la verdad que encontraste en tu Biblia.

- Antes, señor, resuelva este problema: dos hombres caminan por un bosque después de un fuerte lluvia. De pronto, caen en una charca de barro. Al salir, uno de ellos está sucio y el otro limpio. ¿Cuál de los dos se lava?

El monarca, creyendo que ya conocía la respuesta, contestó:

- ¡El que está limpio!

- No, mi señor. Como una vez ya habían cometido el error, se lavó el embarrado. La experiencia enseña.

- Acepto -dijo el rey -. Ahora dime la verdad que encontraste en tu libro sagrado.

- ¡Oh, magnísimo, deja que te plantee un último acertijo! Después de una fuerte lluvia, dos hombres que caminan por el bosque, caen en una charca de lodo. Uno sale sucio y el otro limpio. ¿Cuál se lava?

El rey quedó desconcertado.

- Ya no sé qué responder. Ambos pueden bañarse o ninguno... Quizás el embarrado se lava otra vez...

El viejo sonrió.

- Si crees, señor, que tres veces se va a repetir un accidente tan increíble, estás dispuesto a creer en cualquier cosa.

El rey ve en la Biblia un conjunto de palabras. Cree que la verdad es algo que se dice. El rabino le demuestra que un texto puede dar origen a infinitas interpretaciones. Las palabras son sólo una guía hacia la verdad, así como el dedo que muestra la luna no es la luna. Para comprender lo que el rabino encuentra en su libro sagrado, el rey debería realizar una mutación mental gracias a la abertura de su corazón. A través del texto, el sabio entra en relación emocional -un estado que se vive y no se piensa- con ese impensable que llama Dios. El rey busca creer. El rabino busca conocerse, porque sabe que en su interior mora el Creador. El monarca, para dominar el mundo, se separa de él. El sabio, por amor al mundo, se une a él. Ésa es la enseñanza esencial de los rabinos.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 



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