EL ALMENDRADO

Buenos días querid@ lector/a; vamos con el cuento de hoy, que se titula: "El almendrado".

Al pasar por delante de una confitería, Mulla sintió unas grandes ganas de comer almendrado. Aunque no tenía dinero en el bolsillo, entró y se puso a comer. Al cabo de un rato, el confitero le presentó la cuenta, pero Nasrudín no le prestó la menor atención. El confitero sacó entonces un garrote y se puso a darle una buena somanta de palos. Ahora bien, mientras recibía los golpes, Mulla no paraba de atracarse.

- ¡Qué estupenda ciudad! -sonreía-. ¡Y qué habitantes más amables!, ¡Le obligan a uno a comer almendrado a bastonazo limpio!

Nada aparta a Mulla de su objetivo. Lanza su flecha y ésta va directa al blanco sin desviarse ni un milímetro..., él come el almendrado.

Si trasladamos esta historia al terreno iniciático, se puede decir que el almendrado es tu verdad, tu alimento esencial y que los golpes que te da la vida te hacen acercarte cada vez más a ella.

Como Mulla, recibes golpes, pero, en vez de desesperar, te dices: "¡Qué hermosa es la vida!, ¡Ella me da de comer! Trabaja para que yo alcance mi verdad esencial, mi realización". 

La vida nos pone a prueba para obligarnos a realizarnos. Si somos conscientes de ello, aceptamos sus lecciones.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.

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