CUANDO MI VIDA CAMBIÓ...

Buenos días querid@ lector; hoy voy a hablarte de cuando mi vida cambió...

Mi vida cambió, cuando acepté que yo soy la directora principal y única actriz de esta gran película llamada vida que aprendí a vivir gracias a mis fracasos y cuando disfruté de mis éxitos.

Cuando aprendí a dar gracias por lo tuve en el pasado y por lo que tengo en mi presente y por lo que llega en mi futuro. Cuando aprendí a estar siempre en estado de gratitud por todo lo que tengo ya sea material, físico y espiritual. 

Cuando aprendí que no necesito la aprobación de los demás para ser feliz. Que mi felicidad viene desde dentro de mi.

Que la felicidad se logra con pequeños cambios y detalles, que la logro con todos mis triunfos ya sean grandes o pequeños.

Cuando entendí que por mucho que esperase de la gente siempre habrá desacuerdos y desamores.

Que no debo tener ningún apego y no esperar nada de nadie, para no sufrir.

Cuando aprendí que yo soy la que debía cambiar, para que mi vida y mundo cambiará.

Cuando entendí que por mucho que esperara una palabra bonita de personas importantes para mí, no iban a llegar. Entonces deje de esperar y me dije esas palabras a mí misma.

Cuando acepté y superé los errores de mi pasado y entendí que ellos son la consecuencia de lo que vivo en mi presente y que las decisiones que tome en mi presente, serán el resultado de mi futuro.

Mi vida cambió, cuando entendí que el amor, la amistad y el cariño no se mendigan, que sólo se da y se recibe libre y espontáneamente, sea de amigos, familiares, conocidos o parejas.

Que la paz y la tranquilidad física mental y espiritual no tienen precio y que son unos de los más grandes tesoros que podemos tener.

Mi vida cambió, cuando aprendí a amarme, a aceptarme y a valorarme tal y como soy. Que soy un ser de luz, un ser espiritual. Cuando acepto y creo que yo soy merecedora de todo lo bueno que tiene el gran universo para darme.

Mi vida cambió, cuando aprendí a decirle No a las personas que estaban a mi alrededor sin sentirme culpable y ha aceptar que todos somos mundos diferentes y que debemos aprender a aceptarnos y a valorarlos por nuestras virtudes.

Mi vida cambió, cuando aprendí a no juzgar a los demás pues cada quien tiene su propio cielo o su infierno y tienen una razón o verdad desde sus propias vivencias, que no hay una verdad absoluta, que no somos unos más que otros, que todos somos iguales y sólo ante el divino creador es que vamos a rendir cuentas.

Mi vida cambió, cuando empecé a crecer espiritualmente y a liberarme de cosas, personas y situaciones que no me aportaban nada en este nuevo camino. Cuando aprendí que cada experiencia buena o mala eran enseñanzas para mí. Que cada libro, empleo, situación y persona que llegaban a mi era para nutrirme en este nuevo proceso del que yo soy alumna y maestra para alguien y tendré maestros y alumnos y que todo cuanto yo haga sea bueno o malo tendrá un resultado.

Mi vida cambió, cuando empecé a creer en mí misma, cuando empecé a perdonarme y a perdonar a los demás, cuando me libere de las ataduras del pasado y del que dirán y de restar importancia a lo que piense la gente de mí. 

Muchas personas al percibir estos cambios, me llamaron egoísta o rebelde y yo les dije:"¡ NO!, ¡NO!, ¡NO!, eso se llama AMOR PROPIO, se llama CRECIMIENTO PERSONAL Y ESPIRITUAL Y LIBERTAD.


Sacado de la red, aunque suscribo palabra por palabra lo escrito, como si lo hubiese escrito yo misma 😉


Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

HOY HE ELEGIDO SER FELIZ

NUNCA OLVIDES TUS RAÍCES

MÁS ALLÁ DEL ENCANTO