LA MISIÓN 2

 Buenos días; hoy te dejo la segunda parte de la reflexión de ayer:  La misión 2.

- Todos tenemos una misión que a lo largo de nuestra vida sabremos que es.

- No abandones a tu prójimo ni en tristezas ni en dolor, permanece siempre a su lado, así alguien no lo permita.

- Aprovecha las oportunidades que te da la vida, ya que luego no las vas a tener de nuevo.

- Piensa más con el corazón que con la razón, ya que él no está lleno de rencor, su fuente es el amor y es el que da los mejores consejos, mientras que la razón puede llegar a ser tan buena como mala y siempre permite los odios y la lujuria, lo cual puede ensuciar el alma y el espíritu.

- Perdona, aunque se te haga difícil; de esta manera te podrás sanar y estarás actuando con el corazón. Si te resulta difícil, puede ser que haya algo que te está manchando el espíritu.

- Llora si te agobia algo o tienes un inmenso dolor por dentro, ya que así te sentirás mejor y tu alma se purificará y se limpiará.

- Anda siempre con la verdad, ya que así todos confiarán en ti y no habrá rencores hacia ti.

- Ama a todos los que tienes y lo que te rodean y más a Dios y a todos los que están contigo, apoyándote en tu largo camino; no sientas dolor ni rencor por nadie.

- Si tienes el "Don" de ver ángeles o espíritus o si puedes sentir su presencia, no te asustes; ellos están cuidándote y llevándote por el sendero, un sendero bello y lleno de esperanza y felicidad para toda tu vida, como también para aconsejarte y llevarte por el buen camino, el camino de la verdad, el amor, el cariño, la espiritualidad, etc.

Por: una niña de 8 años. Por: Ana María Gil.

Trata a los demás como te gusta o te gustaría ser tratad@. Ama a los demás como te gusta o te gustaría ser amad@. Respeta a los demás como te gusta o te gustaría ser respetad@.

Además de esto, si como bien dice Ana María Gil, tienes la suerte de ser perceptiv@, intuitiv@, vidente, etc, no temas; confía en que están ahí para guiarte y para ayudar a guiar a más personas. 

Ten fe y confía en lo que te dicta tu corazón, pues el nunca miente y sabe el camino a seguir.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.