EL REENCUENTRO

 Buenos días; vamos con el poema de hoy, que se titula: El reencuentro.

Por la ruta escarpada de angustias y temores que la vida propone,

va el caminante en busca del Alcázar: palacio de sueños;

mansión del Empíreo.

Va en pos de hallar anhelos que son su razón de vivir...

Su ruta es camino diamantino,

camino agreste, que puede desgarrar, senda de dolor,

larga ruta que interminable parece y a veces agota.

Pero él a la desesperanza sabe enfrentar estoico y con valor.

Él sabe que su camino tiene una meta,

él sabe que la vida es una trama irreal,

que la vida es una farsa cuando el alma encerrada está,

es por ello que el corazón le avisa y busca su ideal.

La vía del caminante procura el reencuentro,

es un trayecto firme hacia el alma 

contenida en el cristal fulgente.

Sabe bien el caminante que a cada paso

el cristal se va resquebrajando,

sabe bien que finalmente se romperá

cuando a la meta llegue.

En el momento en el que el cristal se rompe

empieza el reencuentro con el alma,

encuentro excelso con la esencia de nuestro ser,

encuentro que identifica el auténtico "yo soy",

dejando atrás las huellas del pasado azorado.

Cuando nos reencontramos con el alma,

las angustias y miedos desaparecen.

El corazón lleno de júbilo proyecta ya no galernas impetuosas,

más bien auras cálidas que impregnan a otras almas.

El reencuentro es la verdadera razón de ser, 

es el encuentro con la esencia de Dios,

es sabiduría,

es acercarse al conocimiento,

es adornarse la cabeza 

con una guirnalda de encanto y hermosura.

¿Por qué no vas tú también por el reencuentro?

Es oportunidad única que la vida ofrece,

deja atrás la mente gris que el entendimiento nubla,

deja atrás la miel que seduce y se vuelve amarga hiel.

Cualquier cosa motivo de apegos deja ya,

y dejándola arrastra todo el pasado tormentoso

que tu futuro amenazó.

Es el reencuentro, cita con la Eternidad.

Encuentro sublime que aniquila la cuita.

Encuentro barí, que debes buscar 

como el sediento que busca agua en el desierto.

Si no estás dispuesto a ser caminante,

¿cómo lograrás el reencuentro?

No te preguntes entonces:

¿Dios, por qué a mí?

Si no estás dispuesto, 

tu vida seguirá los vaivenes de las falsas libertades

que la cárcel de los sentidos nos ofrece,

la conciencia se mantendrá presa

conformándose con las etiquetas

que los esquemas sociales te imponen.

No busques migajas, 

cuando la canasta está llena de panes,

sé que eres capaz de multiplicarlos,

espera con perseverancia, seguro te digo:

aparecerá la fe, y una vez que esté instaurada en tu ser,

todos los sueños que concibas se harán realidad.

Reencuentro con el alma 

que prisionera estuvo en su cristal:

es el verdadero encuentro con el amor.

Amor que inunda el Universo,

Universo que es todo.

¿Y qué es Todo? Todo es Dios. Dios es Todo.

Dios es el reencuentro.

Por Mardam.

En este poema, si te sientes más cómod@ cambiando la palabra Dios, por Universo, Energía suprema..., hazlo, el mensaje sigue siendo el mismo, únicamente conectará más contigo desde tu mapa mental.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.


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