NO TE SIENTAS CULPABLE

Buenos días querid@ lector; hoy quiero dejarte el mensaje de que no te sientas culpable, pues hayas hecho lo que hayas hecho, lo hiciste lo mejor que supiste, no pudiste o mejor dicho no supiste hacerlo mejor, por eso, no te sientas culpable.

No permitas que nadie te haga sentir culpable.

La única persona con suficiente autoridad para hacerte sentir culpable debes ser tú mism@, por lo que debes aprender a poner barreras para quitar ese privilegio a los que te rodean.

Si alguien te hace sentir culpable, ¡cuidado! Puede que estés a merced de una persona que está buscando poder manipularte para su propio beneficio.


Hacer sentir culpable a otra persona es una de las formas más fáciles para conseguir algo. La culpabilidad tiene un gran poder, pero eso no quiere decir que sea algo positivo. Todo lo contrario, es una forma ruin de tratar a las personas y de obtener lo que se desea.

Culpar a alguien por algo, es hacerla sentir responsable de una acción u omisión (que puede que ni siquiera le concierne). La responsabilidad por el daño le genera un gran malestar y le hace pensar que debe intentar enmendar la cuestión de alguna manera.


Quien culpa, generalmente, pretende que se enmiende la situación haciendo que el/la otr@ se humille y pida perdón. Pero también es posible que pida (o incluso exija) que se realicen ciertas acciones “para enmendar el error”. Estas vienen a ser sus trampas. 

La manipulación que te hace sentir culpable.

Cuando estés ante una persona manipuladora, esta te hará sentir culpable de cosas que hagas. Sin embargo, lo más probable es que no tengan ningún motivo para hacerte sentir así. Por ejemplo, una persona que es manipuladora en una relación de pareja, puede hacer que te sientas mal por salir con tus propi@s amig@s. 


Así, se intenta controlar y tratar como una marioneta a la persona.

A veces, esto sucede por miedos, inseguridades o celos. Estos provocan este tipo de actitudes que dañan a la persona que es manipulada. Esta se siente culpable por no hacer feliz al otr@, por hacerlo enfadar, cuando en realidad esto no es así.

Permitir constantemente que alguien te manipule y te haga sentir mal suele representar un problema de autoestima. No puedes admitir que otras personas, sea tu pareja, familia o amistades, te hagan dudar de lo que haces mal o bien. De a qué tienes derecho o no, o de hacer aquello que te gusta.


Si deseas hacer algo, pero otras personas te hacen sentir mal por ello, es importante reflexionar sobre qué debes priorizar.

L@s demás no siempre tienen la razón.

El gran problema de no cuestionarte lo que l@s demás te instan a dejar de hacer porque ell@s consideran que está mal, provoca que les des siempre la razón.

¿Por qué haces esto? Porque tienes la mala costumbre de depender de la aprobación de los demás, de las opiniones externas. Y sobre todo, de cómo las personas que están a tu alrededor te hacen sentir.


Si tu pareja te hace sentir culpa porque quedas con tus amig@s, dejarás de hacerlo aunque eso te vuelva muy triste. La opinión de la persona que está a tu lado pesa mucho más que la nuestra propia. Esto es algo que debes ver y superar. En todas las relaciones hay que saber establecer límites. ¿Qué es lo que de ninguna manera vas a tolerar?

Tienes que tenerlo muy claro para que así nadie tenga el derecho de hacerte sentir mal si tú, con lo que haces, te sientes muy bien. Debes imponer límites y ser consciente de que las decisiones que tomas no están en manos de otr@s, sino en las tuyas.

Confía en ti mism@.


Es importante que empieces a confiar en ti mism@. Déjate llevar por tu intuición y aprende a bajar el volumen de todas esas voces que están a tu alrededor en el exterior.

Lo que tú quieres cuenta, lo que a ti te hace sentir bien cuenta. No estás solo para satisfacer a l@s demás, los gustos de otras personas, lo que ellas consideran que está bien o mal. La persona más importante para ti eres en realidad, tú.

Ahora eres una persona adulta con poder de decisión, libre para hacer lo que quiera. Aunque los demás lo juzguen o no estén de acuerdo. Aún así, no permitas que te frenen. Tu felicidad depende principalmente de ti mism@.


Tener esta reflexión presente nos puede ayudar a vencer el miedo y salir de la manipulación.


Con absoluto y profundo respeto muy sincero;


Emilio Alejandro García Jiménez 


*Me gustaría hacer un apunte a este artículo; como bien dice Emilio, no hay que dejarse manipular y hay que sentirse libre de hacer lo que a un@ le hace bien, esto siempre y cuando no cause perjuicio alguno a otra persona.

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

 

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