BENDIGO MI CUERPO

Buenos días querid@ lector/a; hoy quiero invitarte a bendecir tu cuerpo; ese compañero inseparable e incansable que trabaja día y  noche sin esperar nada a cambio.

 Vamos a ello:

Hoy voy a bendecir mi cuerpo por su funcionamiento perfecto, pues es un regalo y una herramienta imprescindible para vivir y jugar, trabajar y servir.

Bendigo mi corazón, que late más de 84.000 veces al día sin que me acuerde de él ni un solo instante, o mis pulmones, que inhalan y exhalan suavemente y sin esfuerzo alguno más de 20.000 veces al día.

Bendigo los billones de células que constantemente están comunicando entre sí con una complejidad y una perfección que apenas comenzamos a comprender.

Bendigo los cientos de millones de reacciones químicas que se desarrollan en él cada segundo y que hacen funcionar todo el sistema, y también lo que llamamos sistema inmunitario, que es una auténtica maravilla, con esas luces verdes y rojas que se apagan y se encienden sin cesar.

Bendigo mis ojos, pues gracias a ellos puedo absorber hasta el más leve matiz de la belleza de la naturaleza y todas las tonalidades de los colores; además, me permiten enamorarme y algún día, eso espero, crecer en amor junto al objeto de mi deseo.

Bendigo mis oídos, que me permiten vibrar ante las modulaciones más ínfimas de cualquier sonido o música, o escuchar los infortunios de mis vecinos con paciencia y compasión.

Bendigo mi cuerpo por sus innumerables funciones que desafían hasta mi sueño más imposible...

Todo esto y mucho más, sin ningún día de descanso, durante 60, 70, 80 años o más.

En verdad, bendita sea esta maravilla tan increíble, bendito sea mi cuerpo.

Que nunca olvide darle gracias, todos los días, y también al universo, por aquello que si me faltara, no existiría aquí en la tierra.


Web 


#mariomelito 

#LAESPIRITUALIDAD


Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

HOY HE ELEGIDO SER FELIZ

NUNCA OLVIDES TUS RAÍCES

MÁS ALLÁ DEL ENCANTO