SANACIÓN EMOCIONAL

Buenos días querid@ lector/a; hoy quiero hablarte sobre la sanación emocional... 

No hay atajos para la sanación emocional.

 La única forma en que podemos sanar de verdad es sentir el dolor hasta que desaparezca lentamente.

Sé que es difícil, pero huir, cubrirlo, ignorarlo o aturdirlo no hará que desaparezca.

 Es cómo tomar un analgésico, el problema permanece, y cuando desaparece, la angustia vuelve con fuerza.

Cuándo se trata de sufrimiento emocional y angustia, la única forma de superarlo, es enfrentar el problema.

Hay que sentirlo, llorar, hablarlo, analizarlo, aprender de ello, hablarlo un poco más, volver a llorar, escribirlo, quemarlo, llorar hasta no tener más lágrimas y aprender a vivir con ello por un tiempo  hasta que te deje despacio. 

Ésta es la única y más corta forma de sanar adecuadamente del mal de amores y la pérdida.

Las relaciones íntimas son como una droga, nos volvemos adict@s al sentimiento, adict@s a los hábitos y comportamientos que podemos haber compartido durante años o décadas, y cuando terminan, es cómo un/a adict@ que se queda sin aliento, somos golpead@s por los síntomas de abstinencia insoportablemente dolorosos.

La mayoría de las personas se apresuran a reemplazar el sentimiento con otro para intentar que el dolor desaparezca, pero eso es cómo un alcohólico que cambia la ginebra por whisky, sólo otra forma de adormecer el dolor, pero no hará que desaparezca la causa del dolor, y así sólo estás retrasando el proceso de curación.

El camino más difícil es el mejor camino, y el camino más difícil es soportarlo. Enfrenta el dolor, admítelo, resuélvelo y llora. Y por todos los medios, lo más importante, aprende de él.

Las relaciones son la herramienta de desarrollo personal más importante que tenemos. Cuando fallan, siempre hay una lección importante que aprender.

No importa quién tenga la culpa de la ruptura, pase lo que pase, siempre hay algo que podríamos haber dicho o hecho diferente. Pregúntate qué te quiere enseñar la vida.

Asume la responsabilidad de tu parte de los fracasos y toma nota para poder corregir esos comportamientos la próxima vez.

 De esta manera, poco a poco, nos convertimos en una mejor versión de nosotr@s mism@s, cuándo hagas esto, te sentirás agradecid@ por el dolor porque te hizo una mejor persona.

Sobre todo, nunca tomes represalias, incluso si la otra persona claramente tuvo la culpa y te lastimó intencionalmente, alégrate de que ya no estáis juntos y aléjate.

Nunca te rebajes ante los estándares inferiores de otra persona. 

Siempre toma el camino más alto, ya sea que la otra persona lo merezca o no.

La venganza no es tu trabajo, las leyes del universo se encargarán de eso. 

Tarde o temprano cada uno será puesto en su lugar, y aquéll@s que sean despiadad@s, egoístas o desleales enfrentarán las consecuencias a su manera.

En cambio, usa tu energía para curarte, reconstruirte, nutrirte y amarte a ti mism@. 

Siempre he pensado que la mejor venganza en cualquier caso es aprender a ser más feliz que antes.

Cuándo estés experimentando sufrimiento emocional, sólo debes saber que no importa cuán doloroso y oscuro pueda parecer en este momento, pasará y te puedo asegurar que si lo haces bien y te enfocas en lo que más importa, la luz al final del túnel será más brillante que cualquier cosa que hayas experimentado.

Estarás orgulloso de ti mism@ por hacer las cosas con coraje, amabilidad, integridad y compasión, y cada vez que tomamos la decisión correcta, que a menudo es la más difícil, nos hacemos más fuertes, nunca lo olvides.

Paz en sus corazones. 


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#mariomelito 

#LAESPIRITUALIDAD

Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir. 

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