⚖️EL ARTE DE DECIDIR
Buenos días, querido lector; en el artículo de hoy, quiero hablarte sobre el arte de decidir....
-El Arte de Decidir-
(El Sendero que Pocos Transitan)
Desde el inicio de la humanidad, cada uno de nosotros ha sido puesto frente a encrucijadas invisibles. No importa quién seas ni dónde estés, la vida te obliga a elegir constantemente: qué decir, a quién amar, dónde trabajar, cómo vivir. Sin embargo, hay una paradoja cruel en todo esto, la mayoría de las personas evitan decidir. ¿Por qué? Porque decidir implica responsabilidad, y la responsabilidad es un peso que pocos están dispuestos a cargar.
Este escrito trata sobre ese temor silencioso que nos mantiene atrapados, ese miedo a equivocarnos que nos paraliza y nos impide avanzar. Pero también trata sobre el poder que reside en el acto de decidir, en la valentía de asumir nuestra propia vida como un lienzo en blanco que solo nosotros podemos pintar.
La prisión invisible
Había una vez un joven llamado Hugo, un soñador atrapado en la rutina. Desde niño, su pasión había sido la carpintería, pero con el tiempo, sus días se llenaron de trabajos que no amaba, de compromisos que no había elegido y de excusas que justificaban su inmovilidad.
Un día, en una vieja librería, encontró a un anciano que tallaba una hermosa figura de madera. Hugo, fascinado, le preguntó cómo había aprendido.
—Simple —respondió el anciano sin dejar de esculpir—. Un día decidí hacerlo.
—¿Y si hubiera fallado? —preguntó Hugo.
—Fallé muchas veces —dijo el anciano con una sonrisa—, pero cada error me acercó más a la figura que tenía en mente.
Hugo sintió un escalofrío. ¿Cuántas veces había soñado con dedicarse a la carpintería, pero nunca había dado el primer paso? Siempre encontraba razones para no hacerlo: el miedo al fracaso, la falta de tiempo, el qué dirán.
Entonces, el anciano dejó su herramienta, lo miró fijamente y le dijo:
—El mayor error de todos es no empezar.
Esa noche, Hugo tomó su primera decisión consciente en años: compró madera y herramientas. Se prometió que, sin importar cuántas veces se equivocara, seguiría adelante. Con el tiempo, no solo se convirtió en un gran carpintero, sino que entendió algo aún más profundo: la vida no cambia con deseos, cambia con decisiones.
Las excusas como cadenas
Muchas personas viven como Hugo antes de su despertar. Postergan la vida, aplazan sus sueños, justifican su inacción con frases como "no es el momento", "tal vez más adelante", "tengo miedo de fracasar". Pero la realidad es simple, no decidir es una decisión en sí misma, y casi siempre es la peor.
El problema es que la sociedad nos ha enseñado a evitar el riesgo, a temer el error, a buscar la seguridad por encima de la pasión. Nos han condicionado a pensar que equivocarse es un fracaso, cuando en realidad es la única forma de aprender.
El camino de los valientes
Las decisiones en la vida pueden dividirse en dos:
Las reversibles: aquellas que, si nos equivocamos, podemos corregir.
Las irreversibles: aquellas que, una vez tomadas, cambian el rumbo para siempre.
El gran problema es que tratamos todas las decisiones como si fueran irreversibles, cuando en realidad, la mayoría no lo son. Nos detenemos en dudas innecesarias, en debates internos que solo nos mantienen en el mismo lugar. Mientras tanto, aquellos que se atreven a decidir, avanzan.
El poder de elegir
Si hay algo que diferencia a quienes logran una vida plena de quienes se quedan estancados, es que los primeros han comprendido que el miedo no desaparece, pero la acción lo hace irrelevante.
Pregúntate:
- ¿Cuántas cosas en tu vida han quedado inconclusas por no atreverte a decidir?
-¿Cuántas oportunidades has dejado pasar por miedo al error?
- ¿Realmente vives la vida que quieres o la que las circunstancias han elegido por ti?
El camino de la vida es incierto, pero hay algo claro: si no decides por ti mismo, alguien más lo hará.
Ahora, la pregunta es:
¿Seguirás esperando o tomarás el primer paso?
Recibe un abrazo desde el corazón y acuérdate de compartir.
💛💛💛💛
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